Un gusto personal


Los equipos de futbol, llegan de formas tan peculiares que probablemente aquellos que dicen que apoyar a un equipo es lo mas parecido al amor, pudieran tener razón.

En mi caso, pareciera que me atrae el sufrimiento, esa sensación de nerviosismo e incertidumbre que te da, saber que tu equipo puede golear o simplemente no hacer nada bien, así de contrastante mi vida en el soccer.

El Necaxa, bueno, los Rayos llegaron a mi vida por la década brillante que tuvieron, además de que jugué en una escuela filial del club,  quien no se hiciera fanático del Necaxa en ese entonces, simplemente estaba loco.

¿Pero que decir de mi otro equipo preferido? Ni lo había visto jugar, ni lo había escuchado en conversaciones, ni pensé que me iba a apasionar tanto; a mi manera, porque muy expresivo, tampoco soy.

Un buen día, hace como 11 años, mis papás tuvieron a bien regalarme un jersey azul marino con un escudo muy bonito bordado al lado del corazón, justo ahí, donde se me clavó.


Tottenham Hotspur, equipo inglés. Debo decir que no lo conocía, como no sabía casi nada de la liga inglesa.

Primero el FIFA en el Xbox, para ver la plantilla, un egipcio por aquí, un búlgaro genial, un galés por allá, y así de a poco fui indagando más del equipo que se convirtió en una más de mis pasiones.
Después llegó la transmisión de los juegos en TV, yo ya me sentía identificado con el equipo y eso solo agudizó más mi relación con ese gallito en el pecho.


Solamente en Londres hay 22 equipos profesionales de fútbol, evidentemente solo un puñado están en primera, y yo me quedé con los Spurs.

Muchos pensarán que estoy atrofiado, ¿porque no apoyar al Chelsea o al Arsenal que eran populares y siempre peleaban en torneos importantes?, ¡¿por qué estar con un equipo que ganó último trofeo hace 10 años, y que para colmo, por aquellos mismos años luchaba por salir de la zona del descenso?!… igualito que aquí en México. 
En el futbol, sin sufrimiento… no hay amor.



El Barrio de Tottenham, está ubicado a unos 10.5 km al noreste de Londres.  Ha sido una región azotada por las crisis y se dice que el barrio es inseguro para vivir, es por ello que, si el equipo tiene mucho significado para mí, ahora imaginen lo que es para la gente de allá.

Entiendase así, si un jugador  de Tottenham se va al Arsenal es la mayor ofensa del mundo. Sol Campbell para mi y para todos los Spurs no pasa de ser un “F*cking Judas” y no merece ni un segundo de nuestro tiempo.
Si un jugador se viste con ese jersey blanco, no juega por su nombre en la espalda o solo por la institución, representa a toda esa gente del barrio, a todo aquel que paga su entrada para ver a su club ganar, representa a Tottenham; si no deja todo como la gente lo deja por ir  a verlo, por cantarle vaya ganando o perdiendo, no vale y debe salir del equipo.


Mis jugadores preferidos. Ha habido algunos que jugaron buen tiempo y otros menos, con la playera del Tottenham, mi favorito Berbatov, Defoe, Pavlyuchenko, Scott Parker, Gareth Bale y de los actuales, admiro a todos pero Dembele y Jan, son geniales.

La historia del equipo es basta, como debe ser para un club fundado en 1882, y han pasado por sus filas jugadores emblema ingleses y de sus respectivas selecciones.



Mi Tottenham había jugado, como desde hace 118 años, en White Hart Lane.

En ese estadio se fraguaron batallas épicas, momentos imborrables en la memoria de los aficionados Spur, y en ese estadio yo he podido vivir momentos maravillosos con mi equipo blanquiazul.

Una goleada 9-1 con 5 goles del mismo jugador, el gran Jermain Defoe; el show de Bale contra el Inter en la Champions y esta campaña, súper emotiva por muchos factores.

Es la última del White Hart Lane y el equipo no ha perdido un solo juego en casa desde el 8 de mayo del año pasado, en su césped desplegó el futbol más hermoso de esta campaña en Inglaterra, si bien no fuimos campeones, el mejor futbol lo tiene mi equipo.

He pasado, a distancia, momentos magníficos en el “Lane” y hoy, mientras lo visitaba y hablaba con el, recordé como empezó mi afición por el equipo y decidí compartirla.



Miré sus paredes por primera vez en mi vida y me sentí en casa aun a kilómetros de lejanía recortados por una conexión a  internet, mi estadio ya no estará en pie pero toda esa historia que guardó, silente desde 1899, se quedará en cada uno de los que alguna vez anhelamos o estuvimos en el, física o espiritualmente, por siempre.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Giro d' Italia 2011 (Parte2)

Los mejores del ranking

El trabajo y la adaptación, dan frutos.